domingo, 17 de abril de 2011

I´m a Superstar!

Hay muchas cosas que he hecho y visto por primera vez viviendo en Finlandia. La mayoría por razones obvias porque por ejemplo, en Sevilla, cuando el Guadalquivir se congela en invierno, me da pereza hacer un agujerito y tirarme al agua, llámenme vaga.

Pero hay otras que podía haber hecho en cualquir sitio, en cualquier momento, pero resulta que han sucedido aquí. He esquiado, he montado en moto de nieve, en trineo tirado por Huskies, he visto al mismísimo Papa Noel venido desde Laponia, he probado carne de reno, de alce e, incluso, de oso, me he puesto orejeras y no sólo por gusto, he visto anochecer a las doce de la noche y amanecer a las tres de la madrugada, he bebido Glögi...

Y también he organizado mis primeras exposiciones de fotografía y proyectado otra para noviembre así que, si todo sale bien, volveré a Helsinki aunque sea como turista.

Las que ya están organizadas son en una peluquería, todo un honor vista la clase y el estilazo que se gastan aquí. Y la otra en Lahti, junto con varios artistas, entre ellos Alejandro Allu Lorenzo y Jessica Guisquet.

Y hablando de Jessica.




Recuerdo cuando la conocí. Siempre estaba sonriendo y era bastante charlatana. Pero a mí solía mirarme raro y apenas me decía nada. Eso me intimidaba y me hacía pensar que no debía de caerle demasiado bien. Luego resultó que yo hablaba demasiado rápido, supongo que no ayudaba mi acento andaluz, y ¡no entendía nada de lo que decía!, jajaja, pobre. Hace días me confesaba todo esto y me decía que aunque me preguntase y yo se lo volviese a repetir, no se llegaba a enterar pero que le daba mucha vergüenza volver a preguntarme. También me contaba como Idoia hacía de traductora clandestina entre nosotras dos, ¡madre mía! :D

En fin, que eso fue allá por septiembre y el viernes por la noche nos tomábamos juntas una copa de vino en su casa mientras ultimábamos los detalles de la exposición de Lahti y nos contábamos divertidas historias del tipo "cómo conocimos a nuestros respectivos".

Gracias Jessica, gracias por todo. Por todo lo que ya sabes y por lo que ni te imaginas. Y ya de paso aprovecho y también le dedico las mismas, exactamente las mismas palabras a Paola, su amiga y ahora también la mía. Probablemente no estaría escribiendo esta entrada si no la hubiese conocido a ella primero. Y tampoco tendría el honor de formar parte de la pandilla latina de Helsinki por eso: Idoia, Roger, Marcos... Gracias Paola.

¿De qué estábamos hablando?

Ayer, como decía, fui con Jessica a montar mi primera exposición conjunta para Factory Superstar, en Lahti. Factory Superstar es un proyecto que tiene como objetivo el facilitar que cualquier artista tenga la posibilidad de exponer su trabajo de una forma sencilla y económica. Y por eso lo de que soy Superstar, no se vayan a creer que de un día para otro me he vuelto una engreída, je.




¡Y allí están ya colgadicas mis fotos! Más bonitas ellas... y yo la mar de contenta y orgullosa que me hallo. Eso sí, todavía me pregunto cómo pudimos pasar 6 horas allí y contar sólo con 45 minutos para colgar las fotos. Y conseguir colgarlas derechas yo sola, en esos 45 minutos. Y comprarte un helado de chocolate y que fuese de vainilla. En fin, que cosas más raras se han visto.

Pero ahora lo que toca ver son las fotos de mis fotos, ¡yiija!!:





Y los cuadros de Jessica, ¡yiiijaaa también!:




Y otros dos más de Jessica con mis fotografías al fondo:



He llegado de las últimas a colgar mi trabajo pero no me puedo quejar del sitio que me ha quedado. Así se ven desde las escaleras mecánicas que suben a la galería donde están expuestas:




Por cierto, Paola, Jessica, ¡tiemblen en noviembre!, ¡nada podrán hacer!, ni solarium, ni cremas milagro, ni nada, ¡estaré maaaaaaaaaaás morena que vos, pucha!!

domingo, 10 de abril de 2011

Trineando

Desde hace aproximadamente un mes esta ciudad parece distinta a la del día anterior. La nieve está desapareciendo por momentos, las ramitas secas de los árboles empiezan a tornarse rojas, el verde brota por donde va pudiendo, el agua del mar comienza a poder ondearse al ritmo del piar de los pájarillos que salen de su letargo y el sol remolonea por quedarse cada jornada un ratito más caldeando, por fin, el ambiente.

Parece, pues, que la primavera va llegando.

Pero algo me quedaba por hacer antes de que desapareciesn los muñecos de nieve, o de que no hiciesen falta los rompehielos para ir a Tallín o Estocolmo, o antes de que pudiese salir de casa sin guantes o gorro. No podía regresar a Sevilla ¡sin haberme tirado en trineo! Así que, aprovechando los últimos coletazos del invierno, allá que me fuí un domingo al parque de Kaivopuisto repleto de niños, y de padres, y de más niños, y me lancé mogollón de veces por allí.

¡Cómo mola! A pesar de que la nieve andaba ya dura, durísima y cada bache era un inevitable lanzamiento al vacío sin control alguno del rumbo a seguir pero que, por supuesto, los niños dominaban perfectamente. Sí, igual exagero un poco pero que pena me dio entonces de no haberlo probado antes, con la nieve en mejores condiciones, más blandita, para poder amortiguar cada golpetazo...

Estoy pensando que igual vuelvo algún invierno sólo para tirarme en trineo una y otra vez. Sí, creo que eso haré.

Mola, mola mucho tirarse en trineo.