Son las 9.00 de la mañana. Suena el timbre. "¿Cómo? Dani hace solo una hora que salió y hoy se pasaba el día fuera, no puede ser él" pienso, mientras empiezan a temblequearme las piernas. Es la primera vez que llaman a la puerta sin saber con certeza quién es, entiéndanme. Mientras recorro el pasillo que comunica la cocina-salón con la entrada, me pregunto con quién tendré que lidiar a una hora tan temprana y con las legañas aún puestas...
Y con esto me he topado:
Reconozco rápidamente la letra de mi madre. Me quedo, embelesada, mirando el paquete. ¡Madre mía!! (y nunca mejor dicho) ¡qué ilusión más infinita! Es que da igual lo que sea, he recibido un paquete en mi casa de Helsinki, ¿os imaginais mejor forma de empezar el día? Se me han venido, de golpe a la cabeza, miles de recuerdos de aquella época en la recibiamos correo de amigos, de familiares, cercanos, lejanos,... y no eran virtuales. Físicamente, podíamos oler lo que nos contaban, palpar aquellas sensaciones que nos transmitían y quedarnos con un poquillo de aquel alguien para nosotros, de su puño y letra. Aquello eran experiencias inexplicables, cada una distinta y que nuestras posteriores generaciones no creo que lleguen a entender. Pues así me he sentido yo hoy, imaginando a mi madre, días atrás, preparándome ilusionada esta inesperada sorpresa. Pues puedes estar contenta, ha resultado ser simplemente PRECIOSO.
Y aún no lo he abierto.
¡SEÑORITA, QUÉ FIRME, LECHES! En resumen y en perfecto finlandés, es lo que me habrá venido a decir, muy amablemente eso sí, el apuesto caballero que me hacía entrega del susodicho paquete, vamos, el cartero. Pues vale, firmo. Kittos!! (Gracias!!)
Cuando estoy a punto de reventar el sobre, mantengo la sangre fría y pienso en que lo que más me apetece es compartir esta historia con vosotros. Una historia muy simple pero que me hace expulsar borbotones de emoción por cada poro. No sé, serán los kilómetros de distancia, será la nostalgia de los recuerdos que no volverán a ser, SERÁ... Hago fotos, muchas fotos. Y la de arriba, obviamente, es una de ellas.
Quito con sumo cuidado toda la cinta adhesiva que rodea al sobre. Quién medio me conozca sabe que lo de reventar era sólo metafóricamente hablando. Y empiezo a palpar el contenido: ¡jajaja, qué linda eres!
La semana pasada salimos Dani y yo a comprar ropa interior. No sé si vais leyendo los comentarios de las entradas que hago pero, uno de los consejos que me dieron, el de mi primo Alberto, fue ponerme ropa interior térmica y encima una capa de ropa normal. Según él y, habiendo estado en Islandia me lo creo a pies juntillas, es lo más cómodo a la par que abrigado. Pues bien, entramos en el Stockman (el Cortinglé de aquí) a intentar hacerme, al menos, con una de esas, por lo visto, especie en extintión. Después de dar vueltas pa´rriba, pa´bajo, mirar por aquí, por allá, preguntar a las amables señoritas con cara de "qué poco me gusta mi trabajo" y llevarnos al mismo sitio por dónde habiamos pasado mil veces, pues, despúes de todo eso, yo me pregunto: ¿por qué en una de las ciudades donde se fabrica el frío, la nieve y el viento polar no hay una camiseta interior térmica, MEDIANAMENTE decente, que pueda comprar y no parecer la abuela de mi abuela??. "Asín" es, señor@s. Y el que no me crea, que venga a comprobarlo, POR SU CUENTA. Yo por allí no vuelvo a pasar que dicen que todo lo malo se paga...
Esta es la triste historia que desencadenó el bonito desenlace que hoy os traigo. No hay mal que por bien no venga. Eso dicen.
Mi madre me llamó esa mista tarde. Creo que me estuvo mirando por la mañana por un agujerito. Eso o el instinto maternal. Sino, no me explico que lo primero en preguntarme fuera: "¿te has comprado ya camisetas interiores abrigaditas??"
Ains. Y ahora, ¿qué le digo?
Si le digo que sí pa dejarla tranquila, le miento. Y, además, le miento bien mentía porque aquí está visto que no voy a encontrar una camiseta interior enguataita decente. Y cuando se las pida a los Reyes Magos, me cala, seguro.
Y si le digo que no, se preocupará por mí...
"No mamá, he ido esta mañana pero bla, bla, bla"
"Ay, mi niña, ¿quieres qué te la compre aquí y te las mando"
"Oooh, siii, por favor!!. Pero no me las mandes, por ahora me las apaño. Déjalas ahí y me las traigo cuando vuelva después de las navidades"
"Vale,cariño, aquí estarán cuando vengas"
Siempre, pero siempre, siempre, me engaña la joía. Pero esta vez no puedo hacer más que darle las gracias infinitasmil veces. Y no lo digo sólo por las camisetas (hay una para ti, Dani! :) ). Este paquete ha traído consigo muuchas cosas más, entre ellas, olor a ti. He cerrado el sobre muu fuerte para que no se escape. Te puedes imaginar que bien me ha hecho recibir un cachito de tí. Y más, ahora.
Pues, por esto y por TODO, hoy te dedico la entrada, mamá.
Te quiero, ¿lo sabías?
¡¡Yujuuuuu!! ¡Qué calentito voy a estar yo también!! Pero mejor las dejamos para dentro de un par de meses, ahora hace calorcita (8 graditos estupendos...)
ResponderEliminarMartita,¿sabes que podrias buscarte la vida escribiendo?.
ResponderEliminarMientras leía, te estaba viendo abrir el paquete, como si estuviera allí.Ya lo decia tu madre el otro dias.
Otra cosa, que sepas,que leyendo la última parte de este escrito, me he emocionado.
Muchos besitos pa los dos.
A mí también me costó mi trabajito encontrarlas la primera vez, te lo tenía que haber dicho (mea culpa). El truco es que hay que buscarlas en la sección de deportes de invierno. Y tampoco vale cualquier sitio, en tiendas muy grandes tipo Decathlon apenas tienen un par de modelos en el mejor de los casos. El sitio donde más variedad he visto con diferencia (un montón de tipos, tanto parte de abajo como de arriba, de muchos materiales, etc.) es el Corte Inglés de Nuevos Ministerios (el más grande de España). Así que pásate por el Stockman más grande que haya en Helsinki y pregunta por la sección de deportes de invierno, seguro que allí tienen mil tipos.
ResponderEliminarYo las estoy usando estos días, que Madrid no es Helsinki pero estamos bjando ya de 0ºC, y no estoy pasando nada de frío ;-)
Fuimos al Stockmann más grande de Finlandia y buscamos la megatienda de deporte, pero lo que tenían no era lo que tenía Marta en mente.
ResponderEliminarapuesto cartero..... me entregó el paquete..... siiiiiii nena!
ResponderEliminarBueno... si Clemente se emocionó, no os voy a contar lo que yo he sentido, así que despues de echar mis chorros de lagrimitas, me siento a darle a mi niña al mayor beso del mundo, porque es linda como ella sola.
ResponderEliminarEsta mañana, cuando leí un msn q decia exactamente:
"Eeeeh, ke supermegailusión! Me acaba dllegar!! Gracias mamuski!!".
¿Os imaginais?, pues lo único q pensé, ademas del alegrón es
"Con las prisas no le mandé ni unas letras......
Así es y aunque ahora no sea hora para q yo escriba, pasó x aki Aurora (a enseñarme unas botas nuevas recien comprás) y me dice, lee el block de Marta, q lo actualizó.
Y hasta aki os cuento, prometiéndome que mas de una letra le mandaré por correos, xq, reconozcámoslo, a todos nos gusta recibir una carta estando fuera.
Perdon!!!! este no es mi block, os dejo q me pasé escribiendo.
Os quiero a los dos,
Ah, lo último, 2 d las camisetas son de Decathlon, de la sección de nieve, pero sin todos los parches que le ponen pa las caidas.
Mas Besitos
Yo tb, al igual q Clemente, me he emocionado! Marta desde aquí vivimos cada sensación q estais sintiendo allí, y es gracias a ti, a esa manera q tienes de contar las cosas, q para mí q estamos sentadas tomando un café!
ResponderEliminarPilar eres estupenda, estas cosas na más las hacen las madres!
un beso para los dos, nuevamente
viva la madre que te parió!
ResponderEliminar¡Viva la madre que nos parió! Que es más apañá... yo vi todo el proceso de envío, no llevará unas letras el paquete, pero ella metió todo el calor que has sentido al recibirlo, así que no es tu especial receptividad a los mimitos caseros así desde tan lejos, es que el amor ESTABA AHÍ, guardado, deseando salir para darte un abrazo de bienestar :)
ResponderEliminarYO también me he emocionao... qué bien lo has descrito...
Un beso corazones!
Como el producto español que viene en sobre ninguno.
ResponderEliminarUn besazo a la administradora y por supuesto a mi vecina, la madre que parió a la administradora.
Que me gusta una camiseta enguataaa!!!jajaja...
ResponderEliminarDani no quiero ser mala, pero tu comentario ha sido un poco mezcla entre Homer Simpson y el Sr. Flanders...jajaja!!!
ResponderEliminarMuchos besos!!!!
Jajaja, es lo que tiene tener doble personalidadita
ResponderEliminarDonde menos te piensas,encontrais una camiseta de esas enguatá.
ResponderEliminar¿Lo habeis intentado en el mercadillo de los gitanos los miercoles?
Ah¡¡ ¿Allí no hay gitanos??
Bueno, bueno, a ver por dónde empiezo...
ResponderEliminarAlberto: Dani, escuetamente, ha respondido a tu comentario. Helsinki es, "chispa-huevo", como Sevilla de grande. Sólo hay un Stockman, que yo sepa y, si hubiese más, hemos ido al mayor. Preguntando nos mandaron a la sección de "abuelas no, lo siguiente" y a la deportes. En la primera es obvio que no me gustó lo que vi. En la segunda, no sé, eran demasiado chillonas y coloridas y sólo había un par de modelos, bah! Es cierto que aún no hace mucho frío aquí, vamos, que no se pueda soportar con lo que ya tengo. Si no me habría tenido que apañar a riesgo de parecer el payaso de Micolor... Pero ya no! ;)
El resto del repertorio lo completaré en España, siempre resultó mejor malo conocido que bueno por conocer y más si lo bueno, no sabes dónde conocerlo...
Os agradezco a todos vuestros comentarios y que os gusten mis entradas. Sobre todo ésta. La he disfrutado especialmente. Me ha encantado, no sólo escribirla, sino también compartirla. Ya lo decía, sólo con ver el sobre, mi cabeza empezó a darle vueltas a qué poner y cómo hacerlo. Las ganas con las que lo he escrito son proporcionales a lo que habría pagado por ver la cara de mi madre mientras lo estaba leyendo. Seguro que ese cosquilleo es el mismo que sintió ella mientras, como dice mi hermana, preparaba el envío. Me ha emocionado que os emocioneis conmigo. A la vez que yo, quiero decir. No sabía si conseguiría resumir todas las ideas que iban abordando en mi cabeza sin robarles ni un ápice de la emoción que me embargaba. Gracias. Gracias por seguir el blog, por hacerme ver que lo seguís y por ese apoyo que recibo, tanto públicamente, como en privado. Gracias.
Por cierto, mamá, llego a saber que haces público el sms y no me pongo tan repelentosa (¿supermegailusión he puesto yo??) Eso no se hace, hombre! ;)
Y, por último: ¿qué si hay gitanos aquí?? Una jartá y muy catetos, por cierto. A ver si los pillo algún día con la cámara. El mercaillo que hay no lo comandan gitanos, al menos, que yo sepa. Está cerquita de casa. Tienen alguna ropa de abrigo pa´"por fuera" pero dudo mucho que tengan camisetas enguatás.
Pues nada, dense por besados.
Me venía una frase a la cabeza que me llamó la atención hace poco y que decía "no existe nadie tan solo como quien nunca ha recibido una carta"...tu has recibido todo un paquete! así que ya ves,acompañá y bien acompañá.Se me venía cuando rememorabas- de forma tan bien descrita-las sensaciones que antaño,hoy y siempre nos producen éstas cosas.
ResponderEliminarAhh las madres..esas que se han sacado el carné y no paran de acumular bonos.Sólo hay una y queda claro!
Nada,se te enviará una carta de forma regular para que el gentil cartero te despegue las legañas esas...y tú con esos pelos!!! jaj
Que bonita familia!!! muchos besos a todos de mi parte y varios aj-jos de parte de Rita (que si Rita, que ya se los he dao a tita Marta)
ResponderEliminarBesotes
P.D. Que bonito y que bien está escrito
Que sepa usted que me he hecho soltar lágrimas a las 9 de la mañana de un sábado...te quiero bonita. Más bien bonitas. Orgullosa de ser Casado.
ResponderEliminarmaravillosa entrada Marta!!
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