Justo hace un mes que comenzó la Navidad y todavía me siguen ronroneando en mi cabeza imágenes y momentos. Quizás sea porque tenía esta entrada pendiente, pero lo dudo. Más bien porque han sido especiales, atípicamente tópicas.
Han estado presentes los grandes clásicos de cada año: el paréntesis malagueño, con su lote de comer, sus partidas de continental, los aguinaldos y toda la parafernalia que los rodea y la única salida de casa, al cine, por segundo año consecutivo. La noche de fin de año, con un guión espontáneamente diseñado y seguido por todos desde que tengo uso de razón y que por eso me mola tanto. El amigo invisible con mis niñas. Los Reyes Magos, siempre mágico... En fin, ese cocktail emocional que necesito durante esos días para ser feliz.
Pero también ha estado repleto de novedades, sorpresas, noticias de última hora y fusión gastronómica-cultural catalanofinesa.
Han estado presentes los grandes clásicos de cada año: el paréntesis malagueño, con su lote de comer, sus partidas de continental, los aguinaldos y toda la parafernalia que los rodea y la única salida de casa, al cine, por segundo año consecutivo. La noche de fin de año, con un guión espontáneamente diseñado y seguido por todos desde que tengo uso de razón y que por eso me mola tanto. El amigo invisible con mis niñas. Los Reyes Magos, siempre mágico... En fin, ese cocktail emocional que necesito durante esos días para ser feliz.
Pero también ha estado repleto de novedades, sorpresas, noticias de última hora y fusión gastronómica-cultural catalanofinesa.
Yo me llevé al sur conmigo un pedacito de Finlandia y mi hermana hizo lo propio desde Barcelona, donde está estudiando durante este curso. Juntas hicimos un popurrí que nos quedó la mar de mono.
Por mi parte hubo Gloggi (con pasas y almendritas), salmón, Juustoleipa (pan de queso), galletas de jengibre, korvapuustit y Koskenkorva (algo parecido al vodka).
Por mi parte hubo Gloggi (con pasas y almendritas), salmón, Juustoleipa (pan de queso), galletas de jengibre, korvapuustit y Koskenkorva (algo parecido al vodka).
Y ella nos deleitó con una deliciosa sopa de Galets y con una tradición catalana, el Cagatió, que nos dejó multitud de chucherías. Pobre, menuda paliza se llevó...
Y hubo un nacimiento inesperadamente adelantado (¡Bienvenida Daniela!)
Bodas con piñata (Cuántos recuerdos y qué gran noche...)
Y escala en Barcelona con cicerones que más quisiera cualquier Lonely Planet
Unas Navidades geniales. Perfectas.
Me ha encantao! Vivan las navidades donde está todo tan hecho que casi podemos ver el hilillo que seguimos! Qué seria de la tradición sin tradiciones. Las mejores fotos con el cagatió no las has publicao :P Muaaac!
ResponderEliminarEs que vaya homenaje que te has pegado, quilla, merecidísimo of course, jajajaja.
ResponderEliminarBESOS
qué foto(s) más bonita(s), marta!
ResponderEliminargracias gracias gracias
¡¡¡Cierto!!!!, Qué lindas Navidades con todo y más...... y sobre todo disfrutando y viendo disfrutar con las innovaciones que dentro de unos años las recordaremos como nuevas tradiciones que vinieron de tierras lejanas,,,, jejejeje.
ResponderEliminarTe quiero guapa!!!