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jueves, 26 de agosto de 2010

El día que me topé con Manolo Valdés

Pasear por Helsinki es sorprendente. Cada día te encuentras con cosas nuevas, distintas, cambiadas de sitio... Y con obras de arte.

Esta vez casi me choco con una de las dos enormes esculturas de bronce que han puesto en Esplanadi, obras de Manolo Valdés. Y, ¿quién es Manolo Valdés? Seguramente alguno de vosotros lo sepa pero yo estaba deseando llegar a casa para buscarlo en internet porque es cuanto menos curioso ver cómo alguien cuyo nombre desprende aroma mediterráneo tenga expuestas sendas enormes obras de arte en pleno centro de una ciudad amante del buen gusto, de la vanguardia artística y que en 2012 será la capital mundial del diseño.



Y cuál fue mi satisfacción el comprobar que, aunque mi memoria no me tiene acostumbrada a recordar nombres propios, la memoria fotógrafica no me falla y sí que conocía alguna de las obras de este afamado señor como, por ejemplo, 'Las Meninas', que han recorrido ya medio mundo. Echen un vistazo, seguro que habéis escuchado hablar de ellas u os la habéis encontrado por casualidad paseando por la calle Larios de Málaga, por Las Ramblas de la Ciudad Condal, en el Paseo de la Independendia de Zaragoza o, hace 3 años, en el mismo lugar donde hoy se puede disfrutar de 'Mariposas' y 'Ada'.

Auguro que estas dos espectaculares figuras estarán hasta septiembre, conicidiendo con el final del verano.




Lo difícil es no haberse topado algún día, alguna vez, con Manolo Valdés.

jueves, 1 de julio de 2010

Menú vacacional

Helsinki en julio se queda vacía, desierta. Es algo así como las tardes de agosto en Sevilla. Casi todo el mundo se pilla este mes de vacaciones y la ciudad se para, se acciona el stand by. Cierran la mayoría de los comercios, restaurantes, panaderías, etc. De hecho, el fin de semana pasado se celebró Juhannusta, algo parecido a lo que en España se celebra como la Noche de San Juan del 23 al 24 de junio, es decir, la noche más corta del año (o el día más largo, como dirían algunos) que aquí la trasladan al viernes siguiente. Encienden hogueras y construyen estructuras con maderas, hojas de árboles y cintas de colores para bailar alrededor al modo "corro de la patata" al son de músicas tradicionales:



Es una fiesta muy celebrada y supuso el comienzo de la espantada general veraniega. Muchos finlandeses aprovecharon ya ese día para echar el cierre a sus negocios. Imagino que, al menos, dejaran activos los servicios mínimos para los turistas pero poco más...

Y bien, nosotros no íbamos a ser menos. También nos vamos. Y entre la amplia variedad de posibilidades que ofrecía la carta, nos hemos decantado por:

- De primero, para entrar en faena, 4 días en San Petersburgo (Rusia). Plato servido con entradas para The State Hermitage Museum y condimentado con el espectáculo de ballet Espartacus, en el Mariinsky Theatre. De guarnición, la imprescindible guía Lonely Planet.

- De segundo, como plato principal, 5 días en Londres (Inglaterra). Condimentado con la asistencia a un musical de ingredientes sorpresa y aderezado con el partido de la final de la Copa del Mundo esperándonos supongo que en Ryans, donde me apuesto una pinta con quién quiera a qué será España uno de esos dos equipos que la jueguen.

Este plato va regado con uno de mis amigos españoles más reconocidos. Está catalogado con Denominación de Origen por descender de raíces vallisoletanas de gran calidad. Es una persona (ya no tan) joven, (tela de) fresco, huele siempre a limpio y tiene un sabor agradable (aunque al principio se le aperciba cierto amargor). Sobran las guías.

- Y de postre, como no podía ser de otra manera, familia y amigos, presentado cada uno de sevillanas maneras así que, ojo con el plato: quema.

Como aperitivo de cara a la próxima temporada os mantendré informados en Twitter, que podéis seguir a través del blog en la esquina superior derecha, de aquéllo que vaya resultando interesante durante nuestras vacaciones e iré mostrando alguna pincelada de posibles futuras entradas.

Volveremos a Helsinki a finales de julio, cuando la ciudad empiece a coger nuevamente el ritmo. Hasta entonces me despido de vosotros a través de Otsikko Helsinki. Pero volveré con más cosas que contar y con las pilas cargadas. Pásenlo bien y sean felices, en realidad eso es lo único que importa.

Para acabar con un buen sabor de boca, os dejo con imágenes de gente ilustre que ha pasado por aquí a visitarnos durante esta primera etapa. Un abrazo a todos ellos, a los que están por venir y a los que me seguís día a día a través del internet, ¡nos vemos pronto, gente!

Clemente y Conchi en la Iglesia Temppeliaukio, febrero 2010:















Familia Mediano-García de la Vega, marzo 2010

Antonio Miguel y Elvira delante del edificio Finlandia Talo, construído por el arquitecto Alvar Aalto















Nicolás disfrutando con su trineo en la nieve















Pablo jugando con sus coches en el barco de camino a Tallín






















Antonio y Susana con Dani en el parque Kaivopuisto















Y, por último, tres compañeros de Dani con los que también tuvimos tiempo de pasar buenos ratos

Mavi Y Jesús en el parque de Seurasaari















Y Aída en Esplanadi

lunes, 21 de junio de 2010

La caja mágica

Durante el invierno, mientras nos tomábamos un chocolate caliente en Kapelli para combatir el frío, veíamos, frente por frente un cubo acristalado, cerrado, con pinta de habitación para nada pero con apariencia de tener alguna utilidad más aparte de la de reposar ahí, en pleno corazón de la ciudad.

Hace un par de meses, coincidiendo con la llegada del buen tiempo - llamesé buen tiempo a un cielo normalmente despejado y temperatura media de unos 15ºC - por fin pudimos despejar las dudas. Es un lugar en el que cada día hay actuaciones de todo tipo. Merece la pena pasar por ahí y parar, al menos un par de minutos, para prestar atención a lo que ese día toque: música clásica, coro de voces a capela, grupos de rock adolescentes o negros percusionando. Todo tiene cabida ahí. Y, si es verdad que merece mucho la pena, es posible disfrutarlo sentado en uno de los bancos colocados frente al escenario para ese fin.

Pero de todas las actuaciones que he tenido el gusto de ver, unas de pasada, otras quedándome embelesada y alguna que otra sin pena ni gloria, sin duda alguna la que se lleva la palma es la de los grupos de niños de colegio, celebrando el fin de curso con versiones de lo más variopintas, la mayoría de ellas de temas célebres muchísimo antes de que algunos padres de los protagonistas fuesen concebidos. Ahí es nada. Menuda fiesta tenian montada los chavales. Normalmente en los bancos hay algunas personas sentadas, pocas. El resto, el que está de pie, va yendo y viniendo, pero siempre son distintas las caras cada vez que uno pasa. Pero en este caso no era así. Yo pasaba rápido cerca de ahí para hacer unos recados, hasta que escuché un griterío propio de un concierto de Hanna Montanna y no tuve más remedio que desviar mi camino. Después de quedarme un rato embobada, esbozando una sonrisa y observando tal expectación, decidí ir a por la cámara para poder compartirlo con vosotros. Aproximadamente tardé una media hora. Cuando volví no sólo estaban exactamente los mismo que ya estaban, ocupando sus mismos sitios, si no que había aún más gente, saltando, brincando, tocando palmas y entonando todas las canciones. Sobre todo a pie de escenario, cómo deber ser. Y los chicos, cada vez más entusiasmados, como no podía ser de otra manera visto el fenómeno fan, dándolo todo. Nunca ví aquéllo, ni de lejos, tan animado. Me encantó. Ahí os dejo con una pequeña muestra de lo que aconteció. No fue de las mejores ni de las más animadas pero la canción me hizo decantarme por ella. ¡Ala, qué lo disfruten!

lunes, 14 de junio de 2010

12 de junio: día de Helsinki

El pasado sábado Helsinki celebró 460 años desde que el rey sueco Gustavo Vasa fundara la ciudad, allá por el año 1550.

Mi pregunta es: ¿cuál será el motivo para que, desde hace 50 años, la ciudad entera salga este día a la calle para ver un desfile carnavalesco de dimensiones desorbitadas? Ni el de Río de Janeiro, oiga.

Y allí están todos, entre la Plaza del Senado y Esplanadi, en pleno centro de la villa, los más madrugadores sentados en una pequeña grada montada para tal esperpéntico evento, viendo como cientos de chicas jóvenes (y no tan jóvenes) enseñan sus cuerpos semidesnudos, llenos de plumas y brilleríos varios, al son de una sola canción interminable, al más puro estilo carioca eso sí, de las voces de unos tipos más finlandeses que la propia sauna, cantando desde lo alto de un camión.

¿Qué no?










Pero no os creaís que esto fue un sinsentido atemporal, no. Este año el desfile ha contado con una temática por eso de que estamos en año de mundial, futbolísticamente hablando. Las primeras chicas estaban vestidas con equipaciones de distintos países y hasta las había con atuendos de arbitro. Eso sí, con la ropa más ajustada que los jugadores de argentina.

A nosotros nos dejaron fuera de juego. ¿Recuerdan a las Majorettes desfilando por la plaza del pueblo? Pues esa, esa es la sensación. Fuera de tiempo.

Y como además el día no acompañaba por culpa del viento y de la constante amenaza de lluvia, decidimos volver a casa y celebrar este día a nuestra manera.

Bonita tarde de cafelito y tarta casera de zanahorias, música y catán, partidos de fútbol y amigos.

¡Felicidades Manu!