jueves, 10 de junio de 2010

Crónica de una visita anunciada

Hoy hace una semana que llegaron Antonio y Susana. Si no fuese por las pruebas gráficas que lo evidencian, diría que ha sido un sueño. Un sueño de largos paseos, ricos manjares y ambiente de feria.


Jueves, 03 de junio de 2010

Su avión aterrizaba a las 18.00. Dani iba solo a recogerlos porque le cogía de camino de vuelta del trabajo. A las 18.30 ya no me quedaban uñas por comerme. Al fin, una hora después, sonaban las llaves en la puerta. Y allí estaban, ¡era cierto que venían! ¡Y con un pan debajo del brazo! En forma de salchichón, chorizo y jamón de Cardeña - que para eso Antonio ha estado trabajando allí para la película Entrelobos - Ron de Venezuela, traído de Venezuela, ¡picos!! (que aquí no hay, nooo) y Manzanilla La Guita para brindar por la feria de Alcalá de Guadaíra, mi pueblo (detallazo!). Todo de pura cepa, vamos. Y Sue, la pobre, traía consigo una afonía que llevaba arrastrando desde su madrugón, aquel 23 de mayo, para ver el último capítulo de Lost en el cine. Es lo que tiene... Aporto las siguientes pruebas para los envidiosos escépticos (y que conste que la primera que se muere de la envidia soy yo):





Después de tan agradable recibimiento, nos fuímos a dar un paseo por el centro, nos tomamos sendas cervecitas y karpalo lonkero(s) (ahí dejo un enlace a una entrada anterior para quién no recuerde lo que es) en el Loose, y cenamos en Koto, un restaurante al que habíamos ido ya en contadas ocasiones pero nunca desde que lo cambiaron de sitio. Muy recomendable. Y seguro que si van algún día, la nueva camarera tendrá algo más de experiencia...


Viernes, 04 de junio de 2010

Casi con las legañas puestas, fuímos a desayunar a Tori, un restaurante cerca de casa, que abre ininterrumpidamente desde las 10 de la mañana hasta las 9 de la noche (los fines de semana hasta las 7 de la tarde). Y no, no nos pegamos el madrugón, por si alguien lo estaba pensando!

Con las pilas cargadas fuímos al mercado que está en el puerto a comprar "algo" de salmón para cenar. Digo "algo" porque nos hemos llevado todo el fin de semana comiendo salmón, con mucho gusto, eso sí. Está tremendísimo.



Tras varios intentos fallidos de coger el tranvía para que nos llevase a ningún lado llegamos, andando, a un mercado de cosas antiguas. Lo descubrimos Dani y yo hace un mes o así y supimos que a estos dos les encantaría. Y les encantó.




Después, paseando por el puerto y parándonos a tomar algo en Úrsula, aquel sitio con terraza y mantitas en las sillas que en su día dejé huérfano de nombre, un clásico para nosotros ya. Hasta que llegamos a casa y cenamos "mucho salmón".




Sábado, 05 de junio de 2010

Tercera visita a Porvoo. Y no por ello deja de sorprenderme. Las dos veces anteriores el panorama era bien distinto: frío, lluvia, nieve. Ahora todo está impresionantemente verde. Todo aquéllo que antes yacía aparentemente muerto, ahora está más vivo que nunca. Es todo: los olores, los colores,... naturaleza en estado puro.



Ahora, con el buen tiempo, aprovechan y ponen un mercadillo en lo que en invierno nunca pensé que podía ser una plaza.



Lo que nunca ha faltado por allí es gente. Aunque a eso de las cinco, cuando cierran las tiendas y cafeterías sitas en el centro turístico, cuquísimas por cierto, aquello parece el pueblo fantasma. Por lo menos, en esta época, sigue siendo de día...




Y ésta creo que es la única foto en la que salimos los cuatro. El tipo americano que nos la hizo fue el que nos aconsejó ir a Tin Tin Tango. Si leeis hasta el final, sabreis de qué hablo:



Bellísimo Porvoo. Siempre me quedarán ganas de volver.

Ya por la noche, nos fuímo de cena y de discotequeo.

En primer lugar, teníamos reserva para cenar en Demo, un restaurante de comida exquisita en el que no te tienes que marear para pensar qué pedir porque existe la posibilidad de optar por un menú degustación que va cambiando cada cierto tiempo. Pero que ya se encargan de marearte si pides dicho menú con vino, puesto que una vez que te sirven la copa, te dejan la botella en la mesa para que la termines. Y con cada plato, un vino distinto. Y son cuatro platos. Cuatro vinos distintos. Cuatro botellas enteras de vino. ¿Veis? Ya me estoy mareando otra vez...

Después no fuímos a tomarnos unas copas al Tavastia, una sala de concierto que hace las veces de sala discoteca. El sábado, los chavales que han acabado este año el instituto, celebraron su graduación. Todos ellos llevaban su gorra que lo acreditaba. Y, como yo no podía ser menos y en su día también lo aprobé, pues me dejaron uno (va por tí, mamá):



Tengo que agradecer enormemente a Tytti que me buscó el atrezzo y a Joel que me lo prestó. No fue tarea fácil que alguien me dejase uno para inmortalizar el momento. Ambos salen en la foto. ¡Kiitos!

Y no quiero dejar pasar la oportunidad de felicitar a Saara, una amiga nuestra, guapísima, que también este año también ha presumido de gorra, ¡enhorabuena!:




Domingo, 06 de junio de 2010

El domingo fue un día tranquilo.

Fuímos a almorzar a Saaristo, un restaurante que pertenece a la cadena A&S, a la que un día de éstos dedicaré una entrada. El almuerzo no fue tanto lo buenísima que estaba la comida, estilo buffet incluyendo el postre, si no la localización: una pequeña isla a la que se accede en un barco que tarda, aproximadamente, un par de minutos en llegar. Otra maravilla descubierta:



Por la tarde fuímos a ver, cómo no, la final de Roland Garros: Robin Soderling contra Rafael Nadal. Desde aquí aprovecho para darle la enhorabuena por ganar su quinto Roland Garros y por recuperar SU número uno. Tenía que hacerlo, es un truco para que mi blog salga en todos los buscadores :P

Por la noche fuímos a un bar donde puedes alquilar una sauna para tomarte lo que pidas. Y eso hicimos. Se llama Tin Tin Tango y es una opción estupenda para no irte de Finlandia sin hacer algo tan típicamente finlandés como es "saunear" (te lo he puesto a tiro, Dani).

Y nada más. Esto es lo que ha dado de sí este sueño que comenzó el pasado jueves y terminó el lunes, a eso de las once de la mañana, cuando estos personajillos partieron rumbo a Madrid nuevamente. Han prometido volver. Ya cuento los días que faltan.



He dejado en el tintero algún detalle. Por ahora.

Continuará...



Mientras tanto, podéis pasaros a ver el resto de fotos a flickr, sólo tenéis que pinchar aquí. Iré subiendo más cuando las vaya teniendo listas.

¡Hasta la próxima (entrada)!

7 comentarios:

  1. Por lo que leo, no se habeis aburrido.

    Que bonitas se ven las calles de Porvoo, sin nieve.

    Besitos

    ResponderEliminar
  2. ¡Ah! Lo de Dani y Antonio, ? son sevillanas, lo que están bailando?

    ResponderEliminar
  3. Claro! Y en otra salen Antonio y Susana tocando las palmas! Ya lo decía al principio de la entrada, ha sido un ambiente de feria total. Pero eso da para otra entrada así que:

    ...continuará.

    :)

    ResponderEliminar
  4. Qué ilusión que te visite la gente estando tan lejos! Un besito primita mía. A ver cuando me busco yo el hueco... ¿me invitas? I

    ResponderEliminar
  5. Y, por cierto, qué lote de comer... mmmmhhh

    ResponderEliminar
  6. Desde aquí hago un llamamiento para que la persona que entra desde Zarautz que se identifique, que estamos muy intrigados, nos mata la curiosidad!! ;-)

    ResponderEliminar
  7. Marta, hija mía, vaya PEAZO foto la del espejo. Joder, joder, joder.

    ResponderEliminar